Han pasado dos años desde que Meghan Markle intercambió votos con el Príncipe Harry, vestida con su icónico vestido marfil de Givenchy, diseñado por Clare Waight Keller. Aunque muchos admiraron su elección, fue la Reina quien, según fuentes reales, se mostró más sorprendida por la decisión de Meghan.

Fuentes sugieren que la Reina se sorprendió al ver que Meghan Markle eligió un vestido blanco para su día de bodas. Insiders revelaron al Mail on Sunday que la Reina no esperaba que Meghan, previamente casada, optara por un vestido de un tono blanco tan puro.

The Queen was apparently surprised to see that Meghan Markle wore white on her wedding day according to insiders

Tradicionalmente, un vestido de novia blanco simboliza la “pureza” y refleja la virginidad de la novia. Dado el matrimonio anterior de Meghan, la Reina podría haber anticipado que ella seleccionaría un vestido de un tono blanco roto en su lugar.

Meghan lució un elegante vestido de seda marfil, diseñado por Clare Waight Keller para Givenchy. Desde su perspectiva como mujer previamente casada con Trevor Engelson, en una ceremonia en la playa en el Jamaica Inn en Ocho Ríos, Jamaica, el 10 de septiembre de 2011, se podría esperar una elección diferente. Las fotos del evento de cuatro días capturaron momentos de celebraciones a orillas del mar, incluidos juegos de bebida con amigos.

Meghan wore an ivory silk gown by Givenchy's Clare Waight Keller

El matrimonio terminó en separación solo dos años después, y finalizaron su divorcio en agosto de 2013, citando “diferencias irreconciliables”.

En noticias relacionadas, el biógrafo de Meghan y Harry compartió recientemente fotos íntimas de su boda para conmemorar su aniversario. Además, se reveló que Meghan disfrutaba aprendiendo artes marciales con su entrenador y que a menudo conversaban en español.

As Meghan had already been married, the Queen might have expected her to opt for an off-white

Por otro lado, Meghan y el Príncipe Harry contribuyeron a proporcionar 250,000 comidas a británicos en dificultades durante el confinamiento a través de una donación de su boda.

La historia del vestido de Meghan no solo se convirtió en un tema de conversación, sino que también subraya la capacidad de Meghan para desafiar expectativas y abrazar su propia narrativa, incluso dentro de los confines de las tradiciones reales. Este gesto de independencia simboliza la fuerza y la determinación que la pareja ha demostrado tanto dentro como fuera de la arena pública.