La confirmación de la paternidad biológica del Príncipe Harry por parte del Rey Carlos ha puesto fin a años de rumores y especulaciones, marcando un cambio significativo para la familia real.

Los rumores en torno a su paternidad comenzaron en la adolescencia de Harry, en parte debido a diferencias físicas con su padre, Carlos, y a las relaciones de Diana fuera del matrimonio, como con James Hewitt. Estos comentarios generaron dudas sobre su relación con la familia real y presionaron emocionalmente a Harry, quien ha hablado de cómo estas especulaciones afectaron su vida y su vínculo con su padre.

La relación de Diana y Carlos fue tumultuosa, marcada por infidelidades y una creciente distancia emocional que contribuyó a una percepción pública negativa de su matrimonio.

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La popularidad de Diana como símbolo humanitario también tensó su relación con Carlos, sintiéndose él opacado. Su relación con Hewitt y otros vínculos personales, incluyendo con Dodi Fayed, intensificaron el escrutinio público sobre la vida amorosa de Diana, y, tras su muerte trágica en 1997, los rumores sobre la paternidad de Harry persistieron.

Con los resultados de ADN mostrando casi un 100% de coincidencia entre Carlos y Harry, la familia real espera que estos resultados alivien las tensiones y permitan que Harry y Meghan Markle sigan su propio camino.

Se espera que la confirmación de su paternidad ayude a mejorar la relación entre Harry y la familia real, disminuyendo la atención mediática y los rumores que han rodeado a Harry desde su infancia.